Nuestro Dios es invencible
El profeta Elías demostró su lealtad a Dios y avergonzó al hipócrita. El profeta desafió a los generales de guerra a luchar aunque no tenía guerra experiencia. Hizo llover fuego sobre los soldados del Rey Ahab que querían arrestarlo. Se ha informado,
"El rey le envió (Elías) un capitán de cincuenta con sus cincuenta hombres. Y se acercó a él, y allí estaba, sentado en la cima de una colina. Y le habló: "Hombre de Dios, el rey ha dicho: '¡Baja!'" Respondió Elías y dijo al capitán de los cincuenta: "Si soy un hombre de Dios, que baje fuego del cielo y te consuma a ti y a tus cincuenta hombres". Y el fuego bajó del cielo y lo consumió a él y a sus cincuenta. Entonces le envió otro capitán de cincuenta con sus cincuenta hombres. Y él respondió y le dijo: "Hombre de Dios, así ha dicho el rey: '¡Baja rápido!'" Respondió Elías y les dijo: "Si soy un hombre de Dios, que baje fuego del cielo y te consuma a ti y a tus cincuenta hombres". Y el fuego de Dios bajó del cielo y lo consumió a él y a sus cincuenta" (2 Reyes 1, 9-12).
Lección:
Dios es grande, Dios es fuerte, y Dios es poderoso; nadie puede detener a Dios, y nadie puede reducir su poder. Dios es agraciado y amoroso, pero su ira es brutal. Podría consumir el mundo entero con fuego y convertirlo en cenizas en un segundo. Si Dios pisotea sus pies en señal de molestia, el mundo entero se desorganizaría y sufriría tremendas bajas. Por lo tanto, toda la gente debería temer a Dios, y rendirle el debido respeto. Debemos rendir tributo a Dios por utilizar su notable poder para favorecer a la humanidad. Nadie más debe recibir alabanzas humanas que el Dios de los dioses y Señor de los señores que reside en el cielo y gobierna la tierra.
Además, como Dios permanece invisible, la gente debe respetar a sus sirvientes que son visibles. Los siervos de Dios son sus embajadores confirmados con derecho a ejercer autoridad en su nombre. Una persona que ha respetado al siervo de Dios ha respetado a Dios. También, una persona que ha faltado al respeto a los siervos de Dios ha faltado igualmente al respeto a Dios. No hay duda de que cualquiera que abuse del siervo de Dios sufrirá los castigos de Dios.
Oración:
Querido Dios, por favor enséñame a honrarte y a respetar a tus sirvientes. No permitas que te falte el respeto a ti y a tus sirvientes, para no ser castigado. Permíteme tratar bien a tus siervos y respetarlos para poder recibir tus bendiciones. Por favor, déjame temerte, y déjame obedecer todos tus mandamientos para que pueda prosperar en la tierra de los vivos. Porque en el nombre de Jesucristo hago mis peticiones. Amén.
