No sean sólo oyentes
A los cristianos se nos exige que leamos y escuchemos las palabras de Dios y las apliquemos a nuestras vidas, para que podamos prosperar. Estamos encargados de utilizar las enseñanzas divinas y los principios bíblicos para beneficiar nuestras vidas. Las escrituras dicen,
"Porque si alguno es oidor de la palabra y no hacedor, es como un hombre que observa su rostro natural en un espejo; pues se observa a sí mismo, se va y olvida inmediatamente qué clase de hombre era. Pero el que se mira en la perfecta ley de la libertad y continúa en ella, y no es oidor olvidadizo sino hacedor de la obra, éste será bendecido en lo que hace" (Santiago 1:23-25).
Lección:
¡Cualquier cristiano que lea y escuche la palabra de Dios sin aplicarla a su vida diaria es más o menos un bebé cristiano! Dios requiere que cada cristiano crezca y se desarrolle en la madurez. Sin embargo, la madurez del cristiano no depende de la edad. La madurez espiritual sólo puede obtenerse a través de interacciones consistentes con Dios. Un cristiano que pretende crecer debe orar y estudiar constantemente la palabra de Dios. Además, un cristiano maduro debe avanzar en el evangelismo. Los cristianos maduros están decididos a servir a Dios a toda costa, y no están listos para cambiar la convicción de su salvación por ningún placer terrenal. Además, vale la pena enfatizar que Dios no puede comprometer ninguna tarea significativa a un cristiano inmaduro. Sólo haría maravillas y grandes cosas a través de cristianos confiados y maduros.
Oración:
Querido Dios, por favor déjame crecer y convertirme en un cristiano maduro. Permíteme tomar en serio el cristianismo y ayúdame a comprometerme con él. Déjame ser consistente en mi relación contigo, y déjame complacerte en todas mis esfuerzos. Además, dame la audacia de predicar tu evangelio y representarte bien en la tierra. Déjame servirte bien para calificar para tu imperecedera corona de gloria en el cielo. Porque en el nombre de Jesucristo hago mis peticiones. Amén.
