Respetar al Ungido de Dios
Pablo y Bernabé reorientaron su alegre audiencia para dejar de alabar a los hombres mortales, y alabar al Dios vivo. Cuando Pablo predicó y realizó un milagro en Listra, todos lo asumieron como Dios, y quisieron ofrecerle sacrificios. Sin embargo, los dos evangelistas les advirtieron que no lo hicieran. Se ha informado,
"En Listra, estaba sentado cierto hombre sin fuerza en los pies, un lisiado del vientre de su madre, que nunca había caminado. Este hombre escuchó a Pablo hablando. Pablo, observándolo atentamente y viendo que tenía fe para ser sanado, dijo con una voz fuerte, "¡Levántate derecho sobre tus pies!" Y saltó y caminó. Cuando el pueblo vio lo que Pablo había hecho, levantó la voz y dijo en lengua lycaoniana, "Los dioses han bajado a nosotros en la semejanza de los hombres!" ... "Cuando los apóstoles Bernabé y Pablo oyeron esto, rasgaron sus vestidos y corrieron entre la multitud, gritando y diciendo: "Hombres, ¿por qué hacéis estas cosas? Nosotros también somos hombres de la misma naturaleza que vosotros, y os anunciamos que os convirtáis de estas cosas inútiles al Dios vivo, que hizo el cielo, la tierra, el mar y todas las cosas que hay en ellos" (Hechos 14, 8-11; 14-15).
Lección:
¡Los siervos de Dios deben ser respetados, pero no deben ser adorados! La gente debe entender la diferencia entre "respeto" y "adoración". Es muy importante que todos sepan cómo relacionarse con Dios y sus siervos sin cruzar el límite necesario. Dios es la única deidad que la gente debe adorar; los siervos de Dios son personas que deben ser respetadas. Dios es sensible y poseedor de su gloria; no compartirá su gloria con nadie (Isaías 42:8). Mientras tanto, los siervos de Dios llevan mantos divinos; están dotados de poder para predicar el evangelio y ejercer autoridad para dirigir la atención de la gente hacia Dios.
Oración:
Querido Dios, por favor ayúdame a ser sensible a no dar tu debida gloria a un hombre o mujer mortal. Déjame ofrecerte la debida gloria y honor en todo momento. Además, dame la gracia de respetar a tus sirvientes para que pueda incurrir en tus bendiciones. Ayúdame a rezar y a ofrecer la ayuda necesaria a tus siervos, para que puedan estar motivados para servirte más. Por favor, bendíceme también mientras me esfuerzo por obedecer todas tus instrucciones. Porque en el nombre de Jesucristo hago mis peticiones. Amén.
