No permitas que tu cuerpo te arruine
Pablo animó a los cristianos de Corinto a mantener la pureza y a abstenerse de actividades que pudieran atraparlos en la inmoralidad sexual. El apóstol también animó a las personas que están maduras para el matrimonio a hacerlo, con el fin de evitar los pecados sexuales. Cualquier adulto que elija permanecer soltero debe mantener la pureza del cuerpo y abstenerse de la sexualidad. Pablo amonestó,
"Supongo, por tanto, que esto es bueno por la presente angustia, que es bueno para un hombre permanecer como está: ¿Estás atado a una esposa? No busques que te suelten. ¿Estás separado de una esposa? No busques una esposa. Pero aunque te cases, no has pecado; y si una virgen se casa, no ha pecado..." (1 Corintios 7:26-28).
Lección:
Los humanos están compuestos de espíritu, alma y cuerpo, que son necesarios para el funcionamiento normal. Los tres elementos, excepto el alma humana, harán la transición después de la muerte. El cuerpo humano es corruptible y se descompondría después de la muerte. (Los cristianos que están vivos durante el rapto verían su cuerpo transformado). El espíritu que mantiene a una persona viva también regresará a Dios después de la muerte. Sin embargo, el alma humana sobreviviría a la muerte natural para enfrentar el juicio de Dios al final. El alma de una persona se enfrentará al juicio para ser recompensada por sus actividades terrenales pasadas. Las almas que sirvieron bien a Dios en la tierra y también recibieron la salvación de Jesucristo serán premiadas en el cielo, pero las almas que no se arrepientan serán condenadas en el infierno. Por lo tanto, todos deben ser sensibles a no permitir que el cuerpo humano - que es temporal corrupto su alma que en última instancia se enfrentará al juicio de Dios.
Oración:
Querido Dios, por favor, no quiero que mi alma arda en el fuego del infierno, ¡pero quiero hacer el cielo! Ayúdame a resistir los pecados; no me dejes ceder a las tentaciones, pero dame el poder de mantener mi cuerpo en santidad para que pueda recibir tus recompensas positivas en el cielo. Porque en el nombre de Jesucristo hago mis peticiones. Amén.
