Dios es grande y muy digno de alabanza.
Todas las personas deberían alabar a Dios; deberíamos aprender de un salmista que dijo,
"Bendice al Señor, oh mi alma! Oh Señor, Dios mío, eres muy grande: estás vestido con honor y majestad, que te cubres de luz como con un vestido, que extiendes los cielos como una cortina. Pone en las aguas los rayos de sus aposentos superiores, que hace de las nubes su carroza, que camina sobre las alas del viento, que hace de sus ángeles espíritus, que hace de sus ministros una llama de fuego" (Salmo 104:1-4).
Lección:
La insondable sabiduría de Dios supera la comprensión humana, y es difícil de cuantificar. De hecho, el poder de Dios está más allá de lo que cualquier erudito puede analizar. Por lo tanto, es necesario que todas las personas reverencien a Dios y lo alaben por toda su bondad.
Oración:
Alabo a Dios por ser tan bueno con la gente que ha creado. Tu bondad hacia las personas es inconmensurable, por lo tanto te aprecio. Te pido que continúes iluminando mi corazón para reconocer tu bondad, para que pueda alabarte más. Porque en nombre de Jesucristo hago mis peticiones. Amén.
