Gente complaciente
Los cristianos deben centrar sus esfuerzos en actividades que glorifiquen a Dios. Nuestros esfuerzos no deben centrarse en recibir las alabanzas de los humanos, y no debe ser por ninguna otra razón egoísta. Jesucristo dijo,
"Por tanto, cuando hagáis una obra de caridad, no hagáis sonar la trompeta delante de vosotros como hacen los hipócritas en las sinagogas y en las calles, para que se glorifiquen de los hombres. Os aseguro que tienen su recompensa. Pero cuando hagas una obra de caridad, no dejes que tu mano izquierda sepa lo que hace tu mano derecha, para que tu obra de caridad sea en secreto; y tu Padre, que ve en secreto, te recompensará abiertamente. (Mateo 6:2-4).
Lección:
Dios respeta a los verdaderos adoradores, ¡pero deshonra los placeres de la gente! El Creador espera que sus hijos le den servicios honestos sin glorificación egoísta y/o alabanzas humanas. Además, los hijos de Dios no deben involucrarse en una falsa humildad para ganar la aprobación de los demás. Se espera que seamos puros ante Dios y que le demos nuestros mejores servicios con el poder del Espíritu Santo. El Creador reciprocará nuestros esfuerzos con bendiciones para que podamos ser motivados a servirle más.
Oración:
Querido Dios, por favor ayúdame a ofrecerte mis actividades con santidad. Ayúdame a ofrecerte servicios desinteresados. No me dejes servir para recibir alabanzas humanas, sino que mis actividades sean desinteresadas para glorificar tu Santo Nombre. Deja que mis servicios sean dignos de tu bendición en esta vida y en el cielo también. Porque en el nombre de Jesucristo hago mis peticiones. Amén.
