El amor de Dios para todos
Judá los habitantes eran persistentes en las prácticas malignas, por lo que Dios les quitó su protección y permitió que sus enemigos los vencieran. El Rey Nabucodonosor de Babilonia invadió Judá y tomó a sus ciudadanos cautivos. Los judíos se convirtieron en esclavos y fugitivos de un rey gentil - en una tierra extranjera. La Biblia informó,
"En sus días Nabucodonosor rey de Babilonia y Joaquín se convirtió en su vasallo durante tres años. Luego se volvió y se rebeló contra él. 2 El Señor envió contra él bandas de caldeos, sirios, moabitas y amonitas, para destruir a Judá, conforme a la palabra del Señor que había pronunciado por medio de sus siervos los profetas. 3 Ciertamente por mandato del Señor esto vino sobre Judá, para apartarlos de su vista a causa de los pecados de Manasés, conforme a todo lo que había hecho, 4 y también a causa de la sangre inocente que había derramado; porque había llenado a Jerusalén de sangre inocente, que el Señor no perdonaría" (2 Reyes 24: 1-4).
Lección:
Dios ama a los pecadores pero no puede hacer frente a sus pecados. Por lo tanto, es difícil para un pecador recibir las bendiciones de Dios sin arrepentimiento. El Creador puede suspender todos los beneficios que se le deben a un pecador hasta que se arrepienta. Mientras tanto, Satanás puede manipular fácilmente los momentos de pecado para su beneficio. El enemigo desesperado puede atacar y causar a un pecador no arrepentido un daño severo. Por lo tanto, todos los hijos de Dios son animados a caminar erguidos con Dios. Todos deben apaciguar a Dios con servicios fieles para recibir sus beneficios. Es seguro que el Creador protegerá y proveerá a las personas que reconocen su supremacía y le sirven bien.
Oración:
Querido Dios, te pido que por favor perdones todos mis pecados. Por favor, permíteme con gracia servirte con temor piadoso. Ayúdame a mantener una relación consistente contigo, y ayúdame a servirte con pureza. Dame poder a través de tu Espíritu para hacer esfuerzos conscientes para satisfacerte en todo momento, para que pueda estar bien conmigo a lo largo de los días de mi vida. Porque en el nombre de Jesucristo hago mis peticiones. Amén.
