Confía en Dios siempre
La gente de Judá persiguió al profeta Jeremías por hablar de la mente de Dios. El abuso obligó al profeta a tener una batalla interna y considerar la posibilidad de cambiar el curso de acción. Pensó en dejar de decir la verdad, pero el Espíritu de Dios no le permitió hacerlo. Las expresiones de Jeremías fueron citadas como se informó,
"Oh Señor, me indujiste y me persuadiste; eres más fuerte que yo y has prevalecido. Me burlo diariamente; todos se burlan de mí. Porque cuando hablé, grité; grité: "¡Violencia y saqueo!" Porque la palabra del Señor me fue hecha un reproche y una burla diariamente. Entonces dije: "No haré mención de él, ni hablaré más en su nombre". Pero su palabra estaba en mi corazón como un fuego ardiente encerrado en mis huesos; estaba cansado de retenerla, y no podía" (Jeremías 20, 7-9).
Lección:
Se requiere que los cristianos defiendan la verdad y hablen de la mente de Dios en todo momento. Se espera que digamos la verdad, incluso cuando no es conveniente. Por supuesto, la persecución se levantará contra nosotros por hacer la voluntad de Dios, pero Dios nos ha prometido la victoria! No debemos permitir que la presión e intimidación de otros nos persuada a desobedecer a Dios. Los cristianos somos hijos de Dios, y debemos obedecer a Dios siempre. Nuestros esfuerzos justos promoverán el nombre de Dios y harán que más gente se preocupe por él. (La gente servirá más a Dios cuando sean considerados con él). Además, nuestros actos de obediencia nos llevarán a nuestra bendición, ya que Dios ha prometido "... A los que me honren, yo los honraré, y a los que me desprecien, los estimaré con ligereza" (1 Samuel 2:30).
Oración:
Querido Dios, por favor ayúdame a defenderte en todo momento. ¡Ayúdame a defender la justicia y a obedecerte! Por favor, no me dejes ceder ante la presión de este mundo y desobedecerte. Guárdame con la verdad como se requiere, para que puedas estar contento. Que mi sí sea sí, y que mi no sea no. También, déjame hablar de la verdad de las escrituras a otros; no me dejes seguir opiniones que son erráticas y/o impías. Ayúdame a vivir de acuerdo con la Biblia, para que puedas bendecirme en la tierra y en el cielo. Porque en el nombre de Jesucristo hago mis peticiones. Amén.
